La XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno se celebra en un momento marcado por los efectos de la crisis COVID, la onda expansiva de la guerra de Ucrania en forma de inflación y cortocircuitos en las cadenas de suministro, así como una caída del consumo en Estados Unidos y China, con su consecuente impacto sobre las exportaciones.
En este escenario complejo, el crecimiento regional para este año 2023 será de apenas 1,3%, según las previsiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que pronostica una expansión inferior a la registrada en 2022, algo que suma más presión a las ya debilitadas finanzas públicas de algunos países latinoamericanos.
Pero las consecuencias de esta desaceleración y de la guerra en Ucrania van más allá de un ejercicio de previsión macroeconómica. Ambas variables impactan directamente la vida de millones personas en una región donde el hambre alcanzó la cifra récord de 56,5 millones de personas, la más alta desde 2006, según la FAO.
Los países iberoamericanos llegan a la próxima Cumbre en un escenario marcado por la COVID, la guerra en Ucrania, unas finanzas públicas debilitadas y desafíos estructurales que lastran el desarrollo
A la par que se dispara la pobreza, la exclusión y el hambre, aumenta el malestar social en la que ya antes de la pandemia era una de las regiones más desiguales del mundo y donde las debilidades estructurales agravan los choques externos.
En este momento tan complejo como desafiante, una nueva edición del Portal Somos Iberoamérica analiza los cuatro grandes ejes que centran los trabajos de la XXVIII Cumbre Iberoamericana, a celebrarse el próximo 25 de marzo en República Dominicana: la seguridad alimentaria, la crisis medioambiental, una financiación internacional más justa y una digitalización centrada en las personas.
Se trata de desafíos que, en mayor o menor medida, son comunes a todos los países iberoamericanos y que además ofrecen una oportunidad de significar la primera palabra del lema de la Cumbre de Santo Domingo: “juntos”. Esta palabra da cuenta de una acción multilateral fortalecida que toma forma a través de un nuevo plan de acción de la cooperación iberoamericana, que busca acelerar el logro de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.
“La Comunidad Iberoamericana demostrará en esta Cumbre su plena vigencia y capacidad de generar acuerdos, proponer respuestas a problemas globales, gestionar un sistema de cooperación útil y eficaz y forjar alianzas que sumen para alcanzar los objetivos que se ha propuesto”, subraya el Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand en su mensaje publicado a las puertas de esta presidencial.
“La Comunidad Iberoamericana demostrará en esta Cumbre su plena vigencia y su capacidad de generar acuerdos y proponer respuestas a problemas globales
Carta Medioambiental
Después de décadas de llevar el planeta al límite, el mundo enfrenta una triple emergencia medioambiental con tres crisis que interactúan y se retroalimentan. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación amenazan nuestro futuro colectivo y deben abordarse integralmente, advierte el informe “Hacer las paces con la naturaleza”, del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA).
Al tiempo, Iberoamérica alberga el 50% de la biodiversidad del planeta y registra el triste record de ser la región donde más rápidamente se están destruyendo los ecosistemas, aumenta la severidad de las sequías y la contaminación amenaza los recursos hídricos. Según datos de la OCDE, 13 de los 50 países más afectados por el cambio climático se encuentran precisamente en América Latina.
Ante la evidencia de tres crisis ambientales simultáneas e interconectadas y después de casi tres años de intenso trabajo técnico de gobiernos, redes de la sociedad civil, expertos y organismos internacionales, se adoptará en la próxima Cumbre la Carta Medioambiental Iberoamericana, con acuerdos y compromisos comunes en biodiversidad y restauración de ecosistemas, recursos hídricos, contaminación o cambio climático.
La Carta Medioambiental Iberoamericana incluye acuerdos y compromisos comunes en áreas como cambio climático, biodiversidad, recursos hídricos y contaminación.
Entre otros aspectos, esta hoja de ruta común refleja el compromiso con un desarrollo bajo en emisiones que implica la reducción del uso de combustibles fósiles, así como la restauración de ecosistemas dañados, una eficiente gestión del agua y saneamiento, así como medidas para reducir la contaminación por plásticos y microplásticos.
Asimismo, bajo el principio de “responsabilidades comunes, pero diferenciadas”, la Carta Medioambiental Iberoamericana destaca la urgencia de asegurar la financiación de la adaptación al cambio climático, las pérdidas derivadas de éste y un desarrollo bajo en emisiones, algo que requiere un acceso justo, ágil, equitativo y oportuno a los recursos financieros, así como transferencia tecnológica, investigación científica e intercambio de capacidades.
Arquitectura Financiera
El acceso a financiamiento internacional en mejores condiciones es una necesidad que se refleja tanto en la Carta Medioambiental como en el documento sobre seguridad alimentaria y es también otra de las propuestas centrales de la próxima Cumbre. Los países iberoamericanos impulsarán, al más alto nivel político, una nueva arquitectura financiera internacional que permita a encaminar la recuperación económica y enfrentar desafíos estructurales que históricamente han lastrado el desarrollo de la región.
El ministro de Hacienda de República Dominicana, Jochi Vicente explica en entrevista con el Portal Somos Iberoamérica algunas claves de la propuesta liderada por su gobierno en calidad de Secretaría Pro-Témpore de la Conferencia Iberoamericana. Según sus palabras se “busca explorar nuevas opciones más equitativas de financiamiento para que la región pueda enfrentar retos como la pobreza, el hambre, la crisis climática o la desigualdad”.
Esta propuesta financiera promueve nuevas emisiones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de Derechos Especiales de Giro (DEGs), un activo de reserva internacional que ayudaría a inyectar liquidez a las economías de los países.
La propuesta de nueva arquitectura de financiación internacional contempla nuevas emisiones de Derechos Especiales de Giro y potencia el papel de los bancos multilaterales de desarrollo
“Sería clave una recanalización de estos instrumentos desde países que no los necesitan hacia países que sí los requieran, algo que desde Iberoamérica ya propusimos en la Reunión Ministerial de Hacienda y Economía en mayo de 2021”, explica Vicente.
La propuesta de nueva arquitectura financiera también contempla que los bancos multilaterales de desarrollo puedan ser tenedores de los DEGs, como sucedió el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) que en febrero de este año se convirtió en tenedor autorizado de estos activos financieros.
Seguridad alimentaria
América Latina y el Caribe, cuyas exportaciones de alimentos representan el 17% del total mundial, paradójicamente superan los promedios globales de inseguridad alimentaria moderada o grave, una condición que afecta a 4 de cada diez habitantes, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una de las organizaciones internacionales que aportaron en la elaboración de la “Ruta Crítica para alcanzar una Seguridad Alimentaria incluyente y sostenible en Iberoamérica” , otro de los documentos que se debatirán en la próxima cita presidencial.
El subdirector general de la FAO y representante regional para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin destaca en su artículo publicado en esta edición , que la próxima Cumbre Iberoamericana representa “una extraordinaria oportunidad para apoyar y fomentar acuerdos regionales” que impulsen soluciones innovadoras y coordinadas para la transformación de los sistemas agroalimentarios. “Estamos ante un momento decisivo a nivel regional que requiere consensos y un intercambio abierto de experiencias para responder a los actuales desafíos”, argumenta.
Precisamente la transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, incluyentes y ambientalmente sostenibles, así como como cadenas de suministro más resilientes y una mayor apertura comercial y el fomento del sector de agrotecnología son algunas de los temas que se abordarán al más alto nivel político en la Cumbre Iberoamericana.
Digitalización con derechos cumplidos
Ante una transformación tecnológica imparable que avanza más rápido que la regulación, los países iberoamericanos adoptarán en la próxima Cumbre Iberoamericana la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos Digitales con estándares comunes que permitirán proteger los derechos humanos en el entorno virtual y desarrollar regulaciones nacionales sobre tecnologías emergentes.
Se trata de un acuerdo de principios y objetivos comunes en temas como inclusión digital—en una región como América Latina donde el 32% no cuenta con una conectividad adecuada—, protección de datos y ciberseguridad, administración electrónica, participación, mercados digitales justos inclusivos y seguros, así como un abordaje de tecnologías disruptivas que ponga en el centro a las personas.
Aunque esta Carta no es vinculante ni afecta la aplicación de leyes nacionales, sí propone un punto de partida y un marco de referencia para desarrollar leyes y/o políticas públicas en los países que la suscriban, así como principios actualizados que puedan aplicar las empresas y la sociedad civil al momento de desarrollar y utilizar tecnologías como la inteligencia artificial, las neurotecnologías, el metaverso y los algoritmos de decisión automatizada.
Afianzar Iberoamérica
La próxima Cumbre Iberoamericana se realiza después de más de tres décadas de diálogo al más alto nivel político que se ha mantenido ininterrumpidamente en los momentos más críticos para la región y con gobiernos de distinto signo político. Esto convierte a la Comunidad Iberoamericana en el único foro de diálogo a nivel de Jefes y Jefas de Estado que congrega a todos los países de América Latina con sus pares al otro lado del Atlántico: España, Portugal y Andorra.
Un resultado reciente de este multilateralismo útil es el III Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana (PACCI), una herramienta construida por consenso entre los responsables de cooperación de los 22 países iberoamericanos y que gira en torno a ocho ejes de trabajo que se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, explica Lorena Larios, Secretaria para la Cooperación Iberoamericana en su artículo publicado en esta edición.
“Buena parte de los desafíos de desarrollo que tenemos planteados necesitan respuestas que están por encima de las capacidades de un estado aislado. De ahí la idoneidad de trabajarlos desde el espacio iberoamericano”, destaca Larios a la vez que pone en valor el trabajo con la sociedad civil, gobiernos regionales y locales, empresas, universidades, centros de pensamiento y organismos multilaterales.
Buena parte de los desafíos del desarrollo demandan respuestas por encima de las capacidades de los Estados de forma aislada. De ahí la idoneidad de trabajarlos desde el espacio iberoamericano.
En un momento de horas bajas para el multilateralismo y ante desafíos que no conocen fronteras, la cooperación iberoamericana se convierte en un lazo de unión entre nuestros países y un elemento de articulación con diferentes actores para ofrecer respuestas comunes a desafíos compartidos.
Además de una cooperación fortalecida y alineada con los ODS, la Presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023 representa una oportunidad para relanzar las relaciones entre Europa y América Latina, a la vez que se fortalece la voz de la región en escenarios multilaterales.
?️VIDEO: Resumen de los temas que centrarán la XXVIII Cumbre Iberoamericana ?
