El imprescindible acceso para la igualdad

Para nadie es un secreto que la demanda por información crece a tasas aceleradas en el mundo entero y Colombia no es la excepción. Por solo mencionar una cifra, de acuerdo con información de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en el país, se pasó de cursar 43,375 Tb en el año 2012 en el servicio de Internet móvil, a 3 millones de Tb en el 2023, es decir, el tráfico de datos móviles experimentó una tasa de crecimiento anual compuesta en los últimos 12 años de 42.6% aproximadamente. Esto si contar con las necesidades de crecimiento de accesos tanto fijos como móviles, pues con respecto al promedio de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en datos móviles Colombia tiene una tasa de penetración de 82.9%, mientras que el promedio de la OCDE es de 128%. Por su parte, en banda ancha fija, por cada 100 habitantes, la OCDE registra 35 accesos, mientras que Colombia 17. Lo anterior, es una muestra de que si Colombia quiere alcanzar a los mejores países en términos de conectividad tiene que contar con una infraestructura robusta que permita no solo hacer frente a la demanda de tráfico de datos actual sino también a la derivada del crecimiento de accesos que se espera.

Para lograr ese propósito, el Gobierno Nacional se ha trazado la tarea, que, por demás exigente, de conectar a los y las colombianas, especialmente aquellas que se encuentran en las zonas más alejadas del país, en donde contar con conectividad raya con la utopía novelesca de un premio de literatura. Pero esta ardua tarea no se puede desarrollar solo de un tajo. Esta es una misión que requiere organización, avances escalonados y sincronías de varios agentes del Estado. Por mencionar un caso, no puede haber Internet si no hay energía eléctrica, cualquiera que sea su fuente, convencional, eólica o fotovoltaica. Así entonces, el plan de conectividad demanda el trabajo en equipo de los diferentes Ministerios para que la solución sea integral y permanente.

De esta manera, el primer paso para el Ministerio TIC es robustecer las redes troncales, lo que en el sector se conoce como el backbone. En esta fase, se busca el cierre de anillos para darle confiabilidad a las redes (redundancia), aumentar capacidad a las ya existentes y desplegar nueva infraestructura. En la infraestructura ya existente se espera robustecer tanto el Proyecto Nacional de Fibra Óptica, que cuenta con más de 19,000 Km de fibra óptica desplegados, como el Proyecto Nacional de Conectividad de Alta Velocidad que conecta 28 cabeceras municipales y 19 áreas no municipalizadas, ubicadas en su mayoría en las regiones de la Orinoquia, Amazonía y el Pacífico chocoano. En lo que respecta a los nuevos despliegues se encuentra Internexa, de patrimonio público y con más de 20 años de experiencia en la prestación de servicios de tecnología de la información y telecomunicaciones, y a través de la cual se espera llevar conectividad a 178 municipios en 8 departamentos, entre los que se encuentra Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, Antioquia (región Urabá), La Guajira, Vichada y Amazonas.

Precisamente este último proyecto empata con la segunda fase y es la de despliegue y fortalecimiento de la Última Milla. El proyecto de Internexa robustece el sistema troncal pero también funciona como un integrador de soluciones de conectividad, pues para poder conectar los 375,412 hogares de estrato 1 y 2, Internexa acompañará a los Proveedores de Internet de las zonas de intervención para que sean ellos los que presten el servicio a los hogares. De esta manera, se fortalece la comunidad y el sector productivo de la región, pues son las pequeñas empresas locales las que desplegarán las redes de Última Milla. Este último punto es muy importante, en la medida que son los proveedores del servicio de Internet de las regiones los que permitirán mayor capilaridad del servicio. En esa medida, el Gobierno lleva conectividad, incentiva la economía regional y promueve la formalización empresarial en los territorios.

Otro actor fundamental de esta fase del Plan Macro de Conectividad, son las Comunidades Organizadas de Conectividad. Estas Comunidades son personas jurídicas sin ánimo de lucro, conformadas por las personas asociadas a la comunidad, que sean vecinos y que tengan como propósito la colaboración mutua para prestar el servicio de Internet en la zona. El servicio se debe prestar sin ánimo de lucro, esto quiere decir que los asociados pagan un aporte para acceder al servicio, estos ingresos se deben utilizar exclusivamente para la administración, operación y mantenimiento del servicio de Internet comunitario fijo. En ese sentido, el Gobierno se trazó la meta de llegar al final del período (agosto de 2026) con la conformación de 3,000 comunidades de conectividad que permitirán llegar con un sistema de asociación comunal a donde el mercado no llegará por sí solo.

El tercer eslabón del Plan de Conectividad está asociado a la apropiación de la tecnología. De nada sirven los esfuerzos que está realizando el Gobierno en materia de inversión en infraestructura si los proyectos no son sostenibles desde el punto de vista financiero. Dicha sostenibilidad no solo la da la estructuración misma sino la apropiación por parte de la comunidad. Es necesario que las personas vean la necesidad de estar conectados. Este propósito solo se logra si la comunidad se apropia de la tecnología, y la ve no como un gasto de la familia, sino como una inversión que garantizará la inclusión digital a la población hoy desconectada, con beneficios de formación y capacitación, fortalecimiento de capacidades individuales, teletrabajo, emprendimientos y toda una serie de actividades que les permitan en línea generar más ingresos para sus familias. Este es el último eslabón que permite romper el ciclo vicioso de conectividad. Con este fin, el Ministerio a través del Viceministerio de Transformación Digital se encuentra diseñando programas de capacitación en el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones, desde los niveles más básicos hasta los más avanzados como pueden ser la adopción de modelos de inteligencia artificial.

De esta manera se completa el Plan Macro de Conectividad que espera dejar un camino sembrado de tecnología para el cambio, cuyo sueño es una Colombia conectada y unos ciudadanos digitales, capaces de transformar sus historias de vida a través de la conectividad y la tecnología.