¿Cuáles son los desafíos de la etapa post COVID en Iberoamérica?

¿Cuáles son los desafíos de la etapa post COVID en Iberoamérica?

La COVID-19 ha sido la primera gran pandemia global del nuevo milenio, que ha provocado una crisis económica muy intensa. ¿Cuál será la duración de esta crisis y cuántas cicatrices dejará en clave de pobreza y deuda pública? Ojalá no se hubiera producido esta pandemia, pero no se puede desaprovechar una crisis para iniciar un período de cambio.

Seguimos midiendo el desarrollo humano con el PIB y nos encontramos ante la peor depresión económica conocida. Los gobiernos, en general, minusvaloraron lo sucedido en China. El virus comenzó a conocerse en diciembre y el gobierno chino tardó un mes en tomar medidas de confinamiento extremo. Lo mismo que sucedió en Iberoamérica. En España han encontrado restos de COVID-19 en aguas residuales desde enero y el confinamiento llegó a mediados de marzo. El sistema de salud colapsó y el confinamiento extremo fue inevitable para reducir el número de muertes que aun así fue muy elevado.

En Alemania actuaron antes y su sistema de salud tenía muchas más camas en unidades de cuidados intensivos que España, y eso les permitió evitar el confinamiento extremo y que el número de muertes haya sido mucho menor. La previsión de caída del PIB para 2020 en Alemania es la mitad que en España. Brasil y Uruguay tienen frontera. Brasil tardó mucho más en tomar medidas y su crisis económica será muy intensa. Uruguay es un caso de éxito mundial en la gestión de la pandemia y su PIB caerá menos que el brasileño. Desde el principio hicieron tests masivos a la población, con reactivos producidos dentro de Uruguay. Cuando alguien daba positivo rastreaban sus contactos y les hacían la prueba rápidamente. Y a todos los positivos los confinaban. Uruguay es una economía pequeña y muy abierta y sufrirá una profunda crisis económica por la caída de sus exportaciones, pero habría sido infinitamente mayor de no haber gestionado con éxito la pandemia.

Ojalá no se hubiera producido esta pandemia, pero no se puede desaprovechar una crisis para iniciar un periodo de cambio.

Por lo tanto, el principal reto para Iberoamérica es mejorar sus sistemas de detección temprana de contagios y su capacidad de rastreo. El PNUD en su último informe de Desarrollo Humano advirtió del peligro de la brecha digital para la desigualdad. Hablaba en clave de personas, pero la COVID-19 ha demostrado que también es clave para los países. Corea del Sur, Taiwán y los países nórdicos son los más avanzados en digitalización y son los que mejor han gestionado la pandemia, los que menos muertos han tenido y los que menor impacto sobre la economía. Suecia es la excepción que confirma la regla. Es un país líder en digitalización pero se equivocó no tomando medidas de confinamiento y distanciamiento social y ha sido uno de los países con más muertos por habitante. Por lo tanto, la tecnología es condición necesaria para combatir el virus, pero no suficiente.

Para reducir el riesgo de la brecha digital el gran reto de Iberoamérica es la educación. Ya era el principal reto para reducir la desigualdad y la pobreza extrema antes de la COVID-19, pero la pandemia hace más necesaria aún una revolución educativa. Los niños, además del lenguaje para comunicarse y el lenguaje matemático, ahora deben aprender lógica y el lenguaje de las máquinas. Los que hoy no estén educados con cultura digital es altamente probable que sean pobres o tengan trabajos precarios en el futuro.

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[box type=»info»] Artículo originalmente escrito para la revista Pensamiento Iberoamericano[/box]

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