Por una nueva cooperación entre la UE y América Latina

Por una nueva cooperación entre la UE y América Latina

En el marco de la actual crisis global, son muchos los que han hecho énfasis en la debilidad de una respuesta coordinada como consecuencia directa de un “multilateralismo roto” y donde el primer paso precisaría de su reconstrucción.

En este punto, permítanme no ser tan pesimista: en mi opinión no está “roto”, solo lo estamos reinventando.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, marcaron un cambio hacia una visión multidimensional de los procesos de desarrollo. Los retos pasan a ser compartidos y las realidades, descritas por infinidad de indicadores, mucho más complejas.

Hoy nos enfrentamos a un reto único, de dimensión global que afecta a esta generación. Y nos toca ofrecer respuestas ahora.

Es cierto que el COVID 19 ha supuesto una crisis global, pero también es nuestra obligación convertirla en una oportunidad.

Ante esta crisis global, el nuevo paradigma introducido por la Agenda 2030 es más pertinente que nunca.

Hoy no respondemos a realidades ocultas, abstractas o a largo plazo. Ahora ni siquiera estamos tratando de prevenir crisis estructurales que determinen el futuro de próximas generaciones.

Hoy nos enfrentamos a un reto único, de dimensión global que afecta a esta generación. Y nos toca ofrecer respuestas ahora.

Y estas respuestas sólo pueden venir de un multilateralismo reforzado y una cooperación internacional más ambiciosa.

La cooperación y diálogo entre ambos continentes ha sido un motor fundamental para el multilateralismo global.

Ante una visión más amplia y compleja de los procesos de desarrollo, debemos adaptar y ampliar también la forma en la que nos relacionamos, la forma en la que cooperamos.

Es necesario revisar si nuestros instrumentos y estructuras de cooperación responden a la necesidad de generar respuestas comunes más complejas, más ambiciosas, o más flexibles, que se ajusten a realidades de desarrollo dinámicas y multidimensionales.

En la Unión Europea (UE), a esta nueva cooperación le dimos un nombre “internacional partnerships”. (alianzas internacionales)

En la estructuración de estos “partnerships” la cooperación se somete al diálogo político y a la generación de agendas comunes.

Esta es la lógica que subyace en el fortalecimiento de respuestas coordinadas de cooperación entre la UE y sus Estados Miembros (Team Europe) y la propuesta de un instrumento único de cooperación para el nuevo marco financiero 2021-2027, que dota a nuestra cooperación de un mayor nivel de flexibilidad y ambición

El movimiento hacia un nuevo y reforzado multilateralismo debe tener a la alianza entre la Unión Europea y América Latina como su principal punta de lanza.

A las puertas de un nuevo marco financiero de la UE, nos vuelve a tocar jugar un papel clave en el diseño de un nuevo tipo de cooperación.

La cooperación y diálogo entre ambos continentes ha sido un motor fundamental para el multilateralismo global.

La cooperación entre ambas regiones está detrás de muchos de los grandes logros y grandes agendas multilaterales en los últimos años, desde la Agenda 2030 a los Acuerdos de París.

Y esto es así porque la cooperación entre ambas regiones siempre ha ido un paso adelante en términos de innovación, profundidad y ambición.

En muchos casos, la cooperación entre Europa y América Latina siempre ha sido un banco de pruebas, donde nos atrevíamos a explorar los límites de las estructuras de cooperación, tanto en temáticas como a través de nuestros propios programas en la región.

Hoy nuestra cooperación con América Latina está más preparada, en términos de narrativa y en términos de instrumentos.

A las puertas de un nuevo marco financiero de la UE, donde se plantea un cambio estructural en nuestra forma de “engagement” y cooperación con nuestros países socios -más aún en el contexto de la actual crisis- nos vuelve a tocar jugar un papel clave en el diseño de un nuevo tipo de cooperación.

Hoy nuestra cooperación con América Latina está más preparada, en términos de narrativa y en términos de instrumentos.

La nueva cooperación entre ambas regiones se concretará en el diseño de agendas compartidas en áreas claves el fortalecimiento de estructuras de sociedades inclusivas, crecimiento sostenible, transformación digital y seguridad.

En un momento donde el COVID 19 va a exigir lo mejor de todos nosotros, la UE y América Latina tienen la capacidad de explorar el potencial de nuevas estructuras de cooperación innovadoras y más ambiciosas que sean una referencia global para un multilateralismo reforzado.

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2020 | Análisis | Cooperación | Tribuna
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