Los pueblos indígenas son los más vulnerables al cambio climático

Los pueblos indígenas son los más vulnerables al cambio climático
Indígenas Aymaras de Perú

Según el Banco Mundial, “en 2010 existían alrededor de 42 millones de personas indígenas en América Latina, lo que representa casi el 8 por ciento de la población total de la región”. Los pueblos indígenas se cuentan entre los que menos han contribuido al problema del cambio climático, los que ofrecen más aportes ecosistémicos en la lucha contra sus efectos y, sin embargo, son los que sufren sus peores consecuencias.

Los pueblos indígenas viven, en su mayoría, en zonas rurales, asentados sobre sus territorios de uso y ocupación ancestral. En ellos mantienen, en gran parte, una economía de subsistencia que les permite obtener alimentación e insumos para la construcción de viviendas, transporte, medicinas y otra serie de recursos.

Los impactos ambientales del cambio climático constituyen en la actualidad una amenaza grave a los derechos de los pueblos indígenas. El aumento de lluvias y sequías está generando un impacto severo en la alimentación y abastecimiento familiar indígena. Por ejemplo, la escasez de agua en las zonas altoandinas es agravada por los efectos del calentamiento global y el retroceso de los glaciares.

Los impactos ambientales del cambio climático constituyen en la actualidad una amenaza grave a los derechos de los pueblos indígenas

La mayor biodiversidad

Según un informe de las Naciones Unidas, “los territorios indígenas tradicionales abarcan alrededor del 22 por ciento de la superficie territorial del mundo y coinciden con áreas que albergan el 80 por ciento de los territorios con mayor biodiversidad del planeta”. La deforestación, una de las mayores fuentes de emisiones globales de carbono, está asociada en dichos territorios a actividades extractivas, agroindustriales y grandes infraestructuras.

Garantizar el reconocimiento de la propiedad de los territorios de uso y ocupación ancestral de los pueblos indígenas -derecho reconocido en instrumentos internacionales que han sido ratificados por la mayor parte de los Estados iberoamericanos- es fundamental para reducir emisiones de efecto invernadero, así como la vulnerabilidad de las poblaciones indígenas a las consecuencias del cambio climático.

Además, será importante poner en valor los conocimientos, las prácticas y las instituciones de los pueblos indígenas para garantizar, a futuro, el manejo sustentable de sus recursos naturales. La combinación de entornos naturales conservados con alta biodiversidad -en su mayoría- y un conocimiento ancestral práctico sobre aprovechamiento de los recursos es lo que les ha permitido a los pueblos indígenas satisfacer sus necesidades básicas con calidad de vida.

El Convenio de Diversidad Biológica ya apunta a los pueblos indígenas como un modelo de vida que asegura la conservación in situ, y es el mantenimiento de este conocimiento lo que les permitirá a las futuras generaciones saber convivir de forma sostenible en sus territorios.

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