La pandemia ha paralizado uno de los pilares sobre los que se fundamenta todo Estado de derecho: el acceso a la justicia. ¿Cómo han reaccionado los sistemas de justicia en la región iberoamericana para seguir garantizando este derecho a sus ciudadanos?
El Acceso a la Justicia es el principio básico sobre el cual descansa el Estado de Derecho. Es el derecho fundamental e internacionalmente reconocido, que actúa como la llave que abre la puerta para la exigibilidad del goce de todos los derechos humanos de las personas, como el derecho a la libertad, a la salud, a la educación, al trabajo.
Entonces, los Estados no sólo son responsables por su cumplimiento, sino que deben generar mecanismos viables para que una persona pueda presentarse ante una autoridad para hacer su reclamo y exigir su solución, en el marco de los derechos.
Ahora bien, ¿qué pasó con la pandemia del coronavirus?
Los Estados se encontraron con el enorme desafío de acelerar las transformaciones de modernización de los servicios de justicia para garantizar los derechos fundamentales de las personas en un contexto de confinamiento, sin atención personal en sus oficinas y sin pruebas piloto.
Esto implicó una doble tarea: por un lado, acercar la justicia a la gente -sobre todo a los grupos vulnerables- para que pueda hacer sus reclamos y recibir la debida orientación; y por el otro, continuar con los procedimientos judiciales y métodos alternativos de resolución de conflictos para ofrecer respuestas de calidad.
En este contexto, desde la Conferencia de los Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB), sabemos que en la región las soluciones creativas han sido puestas en marcha desde el día uno de la pandemia.
El diálogo internacional entre las altas autoridades y sus equipos técnicos de las instituciones de Justicia, ha encontrado en el espacio iberoamericano, un importante ámbito para compartir las experiencias y avanzar en conjunto, en un camino en que las nuevas tecnologías tienen el estrellato.
La pandemia ha actuado como un importante catalizador para poner en marcha procesos de modernización de los servicios de justicia.
Ejemplos regionales
Por mencionar algunas medidas novedosas que se multiplicaron en la región, se encuentran la asistencia jurídica gratuita y la celebración de mediaciones como medidas alternativas de resolución de conflictos por medios electrónicos; la realización de audiencias judiciales, presentación de escritos y notificaciones también digitales en el proceso judicial.
En Colombia, por ejemplo, con la profundización del uso de la aplicación LegalApp para la realización de consultas jurídicas desde el teléfono móvil y, en España, la implementación del expediente judicial digital en España(merecedor de un premio de la ONU), entre otras experiencias muy valiosas.
La pandemia ha actuado como un importante catalizador para poner en marcha procesos de modernización de los servicios de justicia.
Sabemos que estos procesos seguramente produzcan algunos errores, pero estoy convencido que, de esta experiencia, surgirá un nuevo paradigma y una nueva oportunidad para mejorar y estrechar la relación entre los ciudadanos y la Justicia.
