La crisis derivada de la COVID dejó al descubierto con toda su dureza las debilidades estructurales del sector productivo en Iberoamérica, pero también mostró el potencial de adaptación de empresas y trabajadores. Hoy, cuando empiezan a verse algunos signos de recuperación, ¿cuáles son las claves para que empresas y trabajadores/as puedan navegar en la era post-COVID?
La transformación digital a gran escala en la etapa post COVID podría sentar las bases para una recuperación más sólida, concluye el informe “Perspectivas económicas de América Latina” (LEO 2020 por sus siglas en inglés), un análisis conjunto de la OCDE, CEPAL y la Unión Europea.
La luz al final del túnel podría venir de la digitalización, que significó un salvavidas para muchas empresas e impidió una mayor destrucción de empleo.
Cinco tendencias de un futuro que ya llegó
Junto a la digitalización, la crisis trajo cambios que impactarán en la producción, el comercio y el empleo en un horizonte postpandemia. El desafío para empresas y trabajadores será “navegar” en un futuro que en este preciso momento está en construcción. ¿Cuáles son esos cambios y desafíos por venir? El informe “Sectores y empresas frente al COVID-19” de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ofrece algunas pistas.
Nuevos modelos de negocio. Nuevas y más eficientes formas de producción y comercialización requerirán de una gran dosis de innovación empresarial e identificar rápidamente los cambios en las preferencias de los consumidores. Según la CEPAL, el concepto de “seguridad sanitaria” puede convertirse en un factor importante de diferenciación en el diseño de nuevos productos y servicios.
Mayor digitalización de procesos internos. El uso de tecnologías digitales en procesos de gestión interna, relaciones con clientes y proveedores se profundizará en la era postpandemia. A la digitalización que empezó en las operaciones de promoción, venta y distribución, le seguirá la incorporación de tecnologías más avanzadas como el big data, inteligencia artificial, robótica, realidad virtual, el Internet de las cosas, block chains, por mencionar algunas.
Búsqueda de mayor eficiencia y productividad. Los costos fijos de las empresas aumentan ante la caída de la demanda y las nuevas inversiones que han tenido que acometer para la adaptación de sus espacios y la transición a modelos de teletrabajo. Las políticas públicas de estímulo empresarial serán claves para la transformación de la matriz productiva a bienes y servicios con más valor añadido.
Futuro del trabajo: competencias digitales y automatización. La transformación digital puede ayudar a mejorar la calidad del empleo y las competencias, por ejemplo, al automatizar tareas peligrosas o repetitivas. Sin embargo, existe un alto riesgo de acentuar las desigualdades y crear un shock en el mercado laboral para los trabajadores sin competencias digitales y empresas que no logren acometer el salto digital.
El 16% de los empleos de América Latina y el Caribe presentan un alto riesgo de automatización, según estimaciones de CEPAL
Integración productiva local y regional. Las rupturas en las redes internacionales de suministro por falta de insumos, partes y componentes provenientes de Asia podrían provocar el traslado de operaciones de grandes multinacionales a sus países de origen (reshoring) o a destinos cercanos (nearshoring) en industrias estratégicas. Esto generaría nuevas oportunidades para la producción nacional o regional, así como mecanismos de integración productiva regional liderados por países con mayor capacidad industrial en la región.
Recuperación para una nueva etapa
Toda crisis esconde una oportunidad. En el caso de Iberoamérica, el camino de la recuperación debe ayudar a corregir las debilidades estructurales y sentar bases más sólidas para nuevo modelo de desarrollo. Ello dependerá en buena medida de la política pública, pero también de la transformación y capacidad de adaptación de las empresas y trabajadores.
Resiliencia, adaptación, capacidad de anticipar los cambios que vienen. De esto nos hablan precisamente los protagonistas de este nuevo capítulo de la serie de podcast Somos Iberoamérica. Pablo Adrián Hardey, responsable de economía y empresas en la Secretaría General Iberoamericana, Natalia Bayona de la Organización Mundial del Turismo y Beatriz Jacoste, directora de KM Zero Innovation Hub comparten algunas claves para “aprender a sortear lo impredecible” y navegar en un futuro que está a las puertas.
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