La fuerza transformadora de la cultura en Iberoamérica

Más de dos décadas de cooperación cultural evidencian el gran potencial de la cultura para la cohesión social en Iberoamérica. La diversidad que ofrecen la música, las expresiones artísticas, museos, cine y dos idiomas hermanos abren oportunidades para que la cultura sea protagonista de una recuperación y unos derechos para tod@s.

La fuerza transformadora de la cultura en Iberoamérica

“De no ser por la música, yo estaría preso o muerto”, confiesa un antiguo pandillero cuya niñez transcurrió en un barrio periférico de una capital latinoamericana, pero es una frase que bien podrían repetir quienes encontraron un camino para transformar sus vidas en la danza urbana, el teatro, las orquestas juveniles, la música popular o la cultura independiente. Es también la historia de los timbaleiros del Candeal Pequeno en Salvador Bahía (Brasil), quienes, a ritmo de percusión obraron el “milagro” de convertir una favela en un oasis de desarrollo comunitario y cultura.

Muchas experiencias e historias a lo largo y ancho de Iberoamérica dan cuenta del gran poder transformador de la cultura, no solo para mejorar individualmente la vida de las personas, sino para transformar comunidades enteras y concienciar sobre temas como la sostenibilidad, la igualdad de género o la defensa de los derechos (y deberes) humanos.

De allí que en este momento post pandémico en el que crece polarización y el miedo a quien es diferente, esta nueva edición del Portal Somos Iberoamérica reivindica el valor de la cultura como una poderosa herramienta para impulsar proyectos comunes desde la diversidad cultural y lingüística que es seña de identidad de Iberoamérica. Y lo hacemos a través de los testimonios y experiencias de quienes están construyendo cultura en un sentido amplio, entendiéndola como todas aquellas dinámicas que construyen tejido social y facilitan la convivencia, la participación y la inclusión.

Cooperación cultural

La cultura es un ejemplo de integración en Iberoamérica y ha servido como aglutinador de 22 países diversos por medio de 13 programas e iniciativas intergubernamentales de cooperación cultural en áreas como teatro, danza, museos, gastronomía, artesanías, archivos, bibliotecas, cultura viva comunitaria o las migraciones, vistas desde su aporte cultural.

Este año 2023, algunos de los programas emblemáticos de cooperación cultural en Iberoamérica cumplen un cuarto de siglo, preservando la memoria histórica de nuestros países (Red Iberoamericana de Archivos Diplomáticos – RADI) o impulsando un cine que nos proyecta con voz propia y nos hace reflexionar sobre la realidad de nuestra región (Ibermedia).

Ese cine, entendido como un bien cultural más allá de las taquillas, puede verse en la gran pantalla gracias a las ayudas de Ibermedia, que ha invertido más de 124 millones de dólares en ayudas para proyectos audiovisuales y formación. Estas ayudas han sido un antes y un después para cineastas iberoamericanos que estrenaron películas gracias al apoyo del Programa Ibermedia. Estos directores y directoras de prestigio internacional que ganan premios en festivales internacionales cuentan su experiencia en el Portal Somos Iberoamérica.

Iniciativas emblemáticas de la cooperación cultural iberoamericana como La Red de Archivos Diplomáticos (RADI) y el Programa Ibermedia cumplen 25 años

Ese binomio de cultura y desarrollo también se ejemplifica en otros programas de cooperación iberoamericana que impulsan las expresiones artísticas como Iberescena o Ibermúsica, que promueven la lectura (Iberbiblioteca) o que apuestan por la sostenibilidad desde la preservación de la memoria histórica y social, como Ibermuseos.

La cultura, semilla de desarrollo

“Iberoamérica es una potencia cultural por la riqueza, mestizaje y diversidad de sus expresiones artísticas y porque desde las instituciones, gobiernos y sociedad civil hemos trabajado y promovido el vínculo entre cultura y desarrollo”, explica Enrique Vargas, Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano (ECI).

La cooperación cultural en Iberoamérica es un trabajo de más de 25 años de entender la cultura como una poderosa herramienta para alcanzar objetivos y metas de la Agenda 2030 como la educación, la construcción de ciudadanía o el aprecio por la diversidad y la paz, tal y como lo establece la Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible.

La cultura está en el ADN de Iberoamérica, que no solo es una potencia cultural por sus expresiones artísticas, sino también por defender la cultura como herramienta de desarrollo e inclusión

Y con esa mirada amplia de construir cultura de abajo hacia arriba, con diversos actores y diferentes enfoques, vemos cómo la propia ciudadanía, a partir de la innovación, trabaja para la inclusión y la convivencia en las ciudades, tal y como sucedió hace pocas semanas en el Laboratorio de Innovación Ciudadana de Buenos Aires (LABIXBA), en el que se desarrollaron siete proyectos que giraban en torno al tema“Barrio, cultura y territorio”.

Bilingüismo, una oportunidad

La Comunidad Iberoamericana es sinónimo de diversidad cultural y también de diversidad lingüística, tanto por sus cerca de 550 lenguas indígenas, como por albergar dos lenguas globales mutuamente comprensibles—el español y el portugués—habladas por más de 850 millones de personas en cuatro continentes, cifra que según proyecciones de la ONU, podría llegar a los 1.200 millones en 2050.

“El español y el portugués son matriz de un rico corpus cultural, lingüístico y humano con proyección global”, explica el Marcos Pinta Gama, Secretario Adjunto Iberoamericano, en su artículo sobre “la proyección internacional del español y portugués”.

En este sentido, según el diplomático brasileño, “el bilingüismo es una característica distintiva, seña de identidad y patrimonio común de los 22 Estados que integran la Comunidad Iberoamericana”.  Por ello, la reciente Cumbre Iberoamericana no solo hizo del bilingüismo un eje transversal de toda la acción de la Conferencia Iberoamericana, sino que también se reafirmó el compromiso de promover el uso del español y portugués como lenguas de ciencia, tecnología, innovación, cultura y relaciones internacionales.

El potencial y oportunidades que se abren gracias a esta proximidad lingüística entre el español y portugués “va más allá de lo meramente simbólico” asegura al Portal Somos Iberoamérica, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.

“Existe evidencia empírica de que unidos, los idiomas español y portugués se aproximan hoy al liderazgo lingüístico mundial del inglés en casi todos los parámetros considerados”, gracias a la vitalidad demográfica, una ventaja comparativa con la que aún cuentan ambos idiomas, explica García Montero.

La proximidad lingüística del español y el portugués abre oportunidades de proyección y liderazgo en campos estratégicos como la ciencia, la tecnología, las relaciones internacionales, la economía o la cultura

Se trata, en palabras de Montero, de un “bilingüismo relativamente fácil”, porque requiere menos esfuerzo que aprender otro idioma fonéticamente más distante, algo que abre oportunidades para “planificar la inclusión de nuestras lenguas en los primeros puestos de las más estratégicas habladas. Y aquí, el principal desafío es la ciencia”, asevera.

Relanzar la economía cultural

Otro importante desafío para la cultura iberoamericana es la recuperación de las industrias culturales y creativas, cuyos ingresos cayeron hasta en un 80% entre 2020 y 2021, a consecuencia de las medidas de confinamiento que afectaron principalmente a teatros, conciertos y actividades de cultura comunitaria, según el estudio de Evaluación del Impacto COVID en las industrias culturales y creativas.

De acuerdo con las estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las industrias culturales y creativas, también conocidas como “economía naranja” representan entre el 2% y 4% del Producto Interior Bruto de América Latina y emplean a 1,9 millones de personas.

“La llamada economía cultural es uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento y generación de empleo en Iberoamérica, explica Juan José Sánchez Balaguer, Codirector de la Cátedra Iberoamericana de Industrias Culturales y Creativas de la Universidad Miguel Hernández, que recientemente lanzó la Red Iberoamericana de Economía Creativa y Cultural (RIECC), con el apoyo de la SEGIB.

La industria cultural es uno de los sectores con más potencial de generar crecimiento y empleo en Iberoamérica

Un ejemplo de promoción de las industrias culturales desde las políticas públicas lo encontramos en Argentina, cuyo “Mercado de las Industrias Culturales Argentinas (MICA)” , apoya a emprendedores /as y proyectos culturales para generar sinergias y oportunidades de negocios. Esta plataforma ha sido crucial para la proyección de las industrias culturales argentinas (artes visuales, circo, danza, diseño gráfico, literatura, gastronomía, videojuegos) y la creación de un potente ecosistema cultural que alcanza a toda la región.

La cultura, vista desde un sentido amplio que va más allá de las artes, está en el ADN de la Comunidad Iberoamericana y es cada vez más necesaria cuando una confluencia de crisis profundiza la pobreza, la exclusión y la fragmentación social.  La experiencia iberoamericana de más de tres décadas promoviendo e impulsando la cultura para el desarrollo y la inclusión junto a diferentes actores será determinante para que la cultura pueda ser pieza clave de una recuperación que verdaderamente alcance a todas las personas.