¿Cómo relanzar las industrias culturales y creativas?

Impulsar la digitalización, facilitar el acceso al crédito, regular el mercado de trabajo y promover de alianzas público-privadas son algunas claves para reactivar las industrias culturales y creativas, que empiezan a recuperarse después del golpe de la pandemia.

¿Cómo relanzar las industrias culturales y creativas?

La pandemia COVID aceleró una crisis que ya venía gestándose en el sector cultural iberoamericano y sacó a la luz desafíos estructurales como la alta informalidad y precariedad laboral, dificultades de acceso al crédito, derechos de propiedad intelectual, la movilidad de los artistas, así como la necesidad de una mayor innovación y digitalización en gran parte de las actividades culturales.

Las actividades vinculadas al patrimonio, las artes escénicas, la música, la formación artística y la cultura comunitaria fueron las que más sufrieron con el apagón cultural que siguió a la emergencia sanitaria, con caídas de hasta un 20% al cierre del 2020, según la  Evaluación del Impacto del COVID-19 en las industrias culturales y creativas”, realizada conjuntamente por el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID)Mercosur Cultural, UNESCOla Organización de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

Los datos demuestran, sin embargo, que prácticamente todas las industrias culturales y creativas ya se encontraban en descenso en el último semestre de 2019, mostrando “una crisis previa en el sector cultural que se acentuó con la pandemia”.

En momentos en que el sector cultural retoma la actividad, estas debilidades estructurales que la pandemia puso de manifiesto pueden servir de guía para una necesaria renovación en las cadenas de valor de algunas industrias culturales y creativas, opina Enrique Vargas, responsable del Espacio Cultural Iberoamericano.

Innovación y la digitalización

El estudio de impacto COVID en las industrias culturales y creativas, realizado a partir de una encuesta entre profesionales del sector, estima que 2,6 millones de puestos de trabajo fueron afectados en América Latina por la crisis y que trabajadores y empresas culturales llegaron a perder más del 80% de sus ingresos con las medidas de distanciamiento social.

Sin embargo, puntualiza el informe, la crisis COVID no golpeó por igual a todas las industrias culturales y creativas. En las artes plásticas y visuales, la publicidad, el diseño, el sector editorial y la industria audiovisual, el impacto fue menos drástico que en el teatro, los conciertos o los museos, donde la presencialidad era hasta ese momento una seña de identidad. Fueron precisamente estos sectores más golpeados los que aceleraron su capacidad de innovación, duplicando la proporción de productos ofrecidos por medios digitales.

Las actividades que más sufrieron con la pandemia aceleraron el salto digital, duplicando la proporción de productos ofrecidos por medios virtuales.

En tanto, las actividades culturales con una caída más moderada fueron precisamente las que antes de la crisis habían emprendido el camino de la digitalización y habían innovado en sus modelos de negocio, por lo que se espera que estas industrias lideren la recuperación del sector cultural.

Un dato esperanzador en este sentido viene de la mano de la industria audiovisual, que empieza a mostrar señales de repunte. “Los ingresos de los cines iberoamericanos superaron los 1.200 millones de dólares en 2021 frente a los 716 millones del 2020, mientras que el número de estrenos iberoamericanos superó el año pasado los 800, duplicando los del 2020.

Además, el número de espectadores en salas iberoamericanas se situó por encima de los 307 millones frente a los 186 millones del año de la pandemia, según datos del Panorama Audiovisual Iberoamericano”, publicado por EGEDA, sociedad de servicios para los productores audiovisuales que impulsa los Premios Platino de Cine Iberoamericano, los más prestigiosos de la industria audiovisual de la región.

Los ingresos de los cines iberoamericanos superaron los 1,200 millones de dólares en 2021, un incremento de 50% respecto al 2020, mientras los estrenos iberoamericanos duplicaron a los de 2020.

“La crisis sanitaria transformó el modelo económico de la industria audiovisual a la vez que modificó nuestros hábitos de consumo cultural”, sostiene el director general de EGEDA, Miguel Ángel Benzal. Las nuevas plataformas, explica, entraron en el mercado audiovisual de forma definitiva y pisando fuerte.

“Estas plataformas necesitan largometrajes, documentales y series que satisfagan, por una parte, las demandas de los usuarios, y por otra la capacidad creadora e innovadora de nuestros profesionales. Se abre oportunidades para la industria audiovisual iberoamericana porque existe cada vez más demanda de contenidos e historias.

“Nuestras historias valores y cultura son ricas y diversas con una fuente casi inagotable de relatos”, explica Benzal, quien vislumbra un futuro prometedor para la industria de la mano de las coproducciones no solo entre países iberoamericanos, sino de otros continentes.

Acceso al crédito

Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las industrias culturales y creativas representan entre el 2% y 4% del Producto Interior Bruto de América Latina y emplean a 1,9 millones de personas.

Estos datos muestran el potencial de las industrias culturales y creativas para protagonizar la recuperación económica y ser motor de desarrollo sostenible en Iberoamérica. ¿Cómo lograrlo?

Uno de los desafíos más importantes es el acceso al financiamiento, ya que la mayoría de los emprendedores culturales no cumplen los requisitos exigidos por las entidades financieras para ser sujetos de crédito. El problema se ha agravado con la pandemia, que ha dejado en números rojos a miles de empresas culturales.

Desde nuestra región, los gobiernos acordaron en la pasada Cumbre Iberoamericana impulsar el Fondo Iberoamericano de Garantías Recíprocas, para que pymes y emprendedores culturales puedan acceder a financiamiento en condiciones más ventajosas y avalar el acceso al sistema bancario para proyectos culturales.

Fondos de Garantías para emprendimientos culturales y mecanismos de financiación colectiva son alternativas para  la recuperación económica de las industrias culturales

Además, en España existe un mecanismo de aval de proyectos audiovisuales y culturales. Se trata de CREA SGR, una sociedad público-privada de garantía recíproca creada por EGEDA y el Ministerio de Cultura y Deporte hace más de 15 años que respalda los créditos de proyectos artísticos que demuestren viabilidad económica.

En entrevista con el portal Somos Iberoamérica, el director general de EGEDA explica que actualmente se está impulsando la creación de modelos similares en algunos países iberoamericanos.  Países como Argentina, Colombia, Chile, El Salvador o Perú cuentan con legislaciones que permitirían desarrollar un modelo similar a CreaSGR para potenciar y promover la industria audiovisual local.

“Es fundamental apoyar a las empresas y autónomos del sector cultural para que mejoren sus condiciones de acceso a crédito”. Para ello, añade Benzal, además de CREA SGR, los promotores de los Premios Platino también han puesto en marcha “Platino Crowdfunding”, una plataforma de financiación colectiva para proyectos audiovisuales.

¿Cómo reactivar las industrias culturales?

A partir de los desafíos estructurales que la pandemia sacó a la luz con tanta fuerza como dramatismo, el estudio del impacto COVID en las industrias culturales y creativas (ICC) ofrece cinco estrategias de política pública para la reactivación y resiliencia del sector cultural:

  1. Infraestructuras físicas y desarrollo de capacidades digitales y técnicas

La inclusión digital, en términos de capacitación y acceso a equipos tecnológicos, nivel de cobertura y calidad de la conectividad debe ser una prioridad de la agenda de política pública para la reactivación y resiliencia del sector cultural.

  1. Promover la formalización laboral

Ordenar y potenciar el mercado de trabajo y producción de las Industrias Culturales y Creativas es fundamental para la resiliencia del sector. Los Estados deben garantizar la formalización del trabajo y promover acciones para mejorar la situación laboral de artistas, creadores y trabajadores en materia de protección y seguridad social.  Se recomienda avanzar en la regulación de nuevas dinámicas laborales, brindar herramientas para la reconversión de actividades profesionales vinculadas al sector, promover iniciativas de gestión colectiva de plataformas y mercados digitales.

  1. Actualizar los marcos regulatorios y paradigmas de financiamiento

La normativa legal e impositiva bajo la que operan las industrias culturales debe adecuarse a las transformaciones de las últimas décadas, especialmente en lo que refiere a la digitalización. A esta actualización de los marcos legales y financieros se suma la urgencia de proteger los derechos de autores y trabajadores, así como de los bienes comunes digitales.

  1. Fomentar el consumo de contenidos locales y regionales

El reconocimiento de nichos de público y nuevas tendencias de consumo es determinante para encontrar oportunidades de negocio para la colocación de contenidos locales que reflejen la diversidad de las expresiones culturales. Para lograrlo, es vital medir los cambios en los hábitos de consumo cultural y en el uso de plataformas digitales, así como explorar los mecanismos de promoción, difusión y monetización de las producciones culturales a nivel internacional.

  1. Promover la colaboración público-privada y el trabajo en red

La experiencia de trabajo conjunto del Estado, las cámaras empresariales, las redes solidarias y las organizaciones culturales tienen el potencial de transformarse en dinámicas permanentes de colaboración que permitan iniciar nuevas sendas de crecimiento para el sector.  Asimismo, pueden reforzarse las alianzas e instancias de cooperación internacional para profundizar el intercambio y producción de información estratégica a nivel regional, así como la construcción de plataformas comunes para ganar en escala, alcance, diversidad e integración.

“En Iberoamérica, la crisis COVID-19 mostró cuán importante es la cultura para nuestras sociedades, cuánto necesitamos las diferentes expresiones culturales, cuánta falta hace la creatividad de nuestros jóvenes artistas y cuánto puede unirnos la cultura ante los desafíos que tenemos como sociedad. La COVID-19 nos permitió apreciar el verdadero valor y alcance de la cultura en nuestra región, un valor que será clave para una recuperación con transformación”, subraya Vargas.

Por su parte, Benzal destaca que la cultura es un valor estratégico y social, más allá de su impacto en la recuperación económica. “La cultura es mucho más que una industria con gran potencial económico. La cultura es clave para el desarrollo intelectual, social y económico de nuestros países, nos une, nos cohesiona y nos abre al mundo”.