La crisis del COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de la cooperación global en temas de gestión del agua, ya que es un recurso imprescindible para cumplir con las medidas de prevención frente a la infección por coronavirus.
Concepción Marcuello, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España (MITECO), tiene claro que “la gobernanza del agua durante el COVID-19 es uno de los pilares fundamentales para asegurar que el agua y el saneamiento lleguen a todas las poblaciones de forma adecuada”.
Más teniendo en cuenta que sólo en América Latina y el Caribe se estima que 28 millones de personas no tienen acceso a fuentes de agua mejorada, 83 millones carecen de instalaciones de saneamiento adecuado y 15,6 millones aún defecan al aire libre.
Esto, según datos del programa de monitoreo conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Marcuello es coordinadora de asuntos internacionales de la Dirección General del Agua del MITECO, cartera que actualmente tiene a su cargo la Secretaría Técnica de la Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (CODIA).
Adaptación de las normas
Uno de los desafíos más importantes en la gestión integrada del recurso hídrico, como se establece en la Meta 6.5. de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es la adaptación permanente del marco regulatorio y de la normativa institucional a este enfoque, indicó la Unesco en un reciente boletín compartido por CODIA.
Frente a la crisis del COVID-19, CODIA ha puesto el énfasis en trabajar en la gobernanza del agua.
Por eso, Marcuello rescata “la importancia de integrar la planificación del acceso al agua y al saneamiento dentro del proceso de institucionalidad y de legalidad de la gestión de los recursos hídricos”.
“De esta manera, el acceso al agua y al saneamiento cobra la importancia legal, normativa y jurídica que se merece, así como institucional, para poder atraer financiación, dada la importancia que adquiere en estos tiempos de crisis”.
Para explorar estos temas, la Unesco organizó el 3 de noviembre de 2020 un seminario virtual con el objetivo de analizar las dificultades y las buenas prácticas de los diferentes países que componen CODIA en materia de armonización de marcos legales, con un enfoque de gestión integrada de los recursos hídricos a la luz de la meta 6.5 de los ODS.
Otro reto que tienen los países, según la Unesco, es la adaptación de estos marcos normativos a la evolución del conocimiento científico y tecnológico, y a los cambios en las actividades que se llevan a cabo en el territorio, como se refleja en la planificación hidrológica en diferentes escalas, según el país.
Impactos
La prevención a través del lavado de manos es un gran desafío para las poblaciones más vulnerables, principalmente en asentamientos informales y en zonas rurales.
“Esta crisis pone de manifiesto la importancia de poner en el foco de la atención política el acceso al agua y al saneamiento”, recuerda Marcuello.
“Esto lo estamos haciendo ya en España, porque el COVID-19 está causando un impacto económico muy importante en todos los países que integran CODIA y va a requerir de un esfuerzo muy grande de inversiones para la recuperación, que debe responder no sólo a la crisis sanitaria sino también poner el foco en la prevención, en la preparación para la crisis y también en la protección de la salud y del medio ambiente”, asegura.
Temas como el liderazgo político, la financiación y la buena gobernanza del agua como recurso hídrico y su impacto en el medio ambiente forman parte de la agenda regional que promueve CODIA, un foro técnico y de cooperación de los 22 países de Iberoamérica.
En la web de CODIA se pueden encontrar seminarios y documentos con lecciones aprendidas por los países en temas de la gestión del agua en el contexto de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.