Chiribiquete

Patrimonio mundial de la humanidad

Chiribiquete
Chiribiquete, foto: J. Arango

Investigaciones realizadas por un equipo multidisciplinario de científicos y tres expediciones de campo entre 2015 y 2017 fueron determinantes para que este paradisiaco lugar fuera declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, el pasado 1 de julio.

Los expertos analizaron desde la flora, fauna, ecosistemas, arqueología, geología y la geomorfología con grandes logros y aportes científicos.

Las investigaciones geológicas y geomorfológicas realizadas muestran los aspectos más relevantes en desarrollo de este proyecto de investigación. Los estudios se basaron en el análisis de información existente, procesamiento e interpretación de sensores remotos de imágenes multitemporales, integradas a productos 3D con modelos digitales de terreno, tres expediciones de campo por aire y tierra en el 2015, 2016 y 2017 que cubrieron la parte central y norte de la Serranía, y el análisis de muestras de roca, sedimentos y minerales en zonas de afloramientos y pinturas rupestres, por métodos geoquímicos de fluorescencia y difracción de rayos X.

El estudio logra establecer por primera vez indicadores geológicos y geomorfológicos relacionados con los aspectos culturales de pinturas rupestres basados en criterios litológicos, mineralógicos y geomorfológicos, las relaciones geomorfológicas con los ecosistemas. También permite obtener una cartografía geológica y geomorfológica de mayor detalle (1:50.000) a las existentes a la fecha.

El Parque Nacional Natural de Chiribiquete cuenta con una superficie de 27.823 km2 y se localiza en la región natural de la Amazonia colombiana. En su área, la Serranía del mismo nombre cubre una superficie aproximada de 10.000 km2 -que recientemente el Gobierno nacional amplió, conviertiendola en el área protegida continental más grande de Colombia.

Por sus procesos geológicos, estructurales y de erosión natural de las rocas, esa región permite la formación y conservación de ecosistemas naturales únicos en el mundo.

Como resultado de estas indagaciones se determinó que el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete es un ejemplo representativo de las grandes fases de la historia de la Tierra, por su ubicación geográfica, composición y estructura geológica en la provincia más occidental del Escudo Guayanés, una de las formaciones geológicas y ecológicas más antiguas del planeta, con mayor presencia en las Guayanas, pero también en otros países como Colombia, Brasil y Venezuela.

Por sus procesos geológicos, estructurales y de erosión natural de las rocas, esa región permite la formación y conservación de ecosistemas naturales únicos en el mundo.

La alta degradación natural de la Serranía ocasionada por transformaciones en la estructura de la corteza terrestre, procesos tectónicos, combinadas con agentes hidrológicos de mares pasados y el escurrimiento superficial actual, han evolucionado a un gran número y variedad de formas geográficas maravillosas de tepuyes o mesetas, que hacen de este parque un lugar extraordinario en el mundo, digno de ser considerado como patrimonio de la humanidad.

Estos factores particulares también permitieron que la Serranía de Chiribiquete fuera un sitio sagrado y mitológico en el que varias culturas ancestrales registraron su vida en espectaculares murales de pinturas realizadas sobre las rocas, de gran dimensión -en algunos sectores alcanzan los 100 metros de largo por 10 de alto- y calidad única en América, por su contenido y conservación.

 

El relieve y el paisaje
En esta investigación, se diferenciaron y cartografiaron 13 unidades geomorfológicas relacionadas con los tipos de mesetas en la Provincia de la Serranía de Chiribiquete según su forma, dimensiones, altitud relativa, altitud absoluta, forma de la cima y estructuras menores.

Infografía: Óscar Piratova /Unimedios

 

El agua
La riqueza hidrológica del Parque Natural representa su mayor biodiversidad por la interacción entre la atmósfera y las rocas de la Serranía. Es necesario amanecer en la cima de un tepuy para entender este proceso.

En la Serranía no hay desarrollo de suelos; la superficie de las mesetas es en roca y de forma rugosa por lo que la vegetación se fija al terreno sobre las fracturas y grietas en las rocas. Como la mayoría de estas son areniscas de color blanco, reflejarían toda la energía del sol. Sin embargo, por la descomposición de rocas al entrar en contacto con la atmósfera y el lavado por el agua, forman una delgada capa entre muy oscura y negra que hace que la energía solar se absorba y caliente la superficie.

En las madrugadas, cuando baja la temperatura y asciende la humedad de la selva por efecto de la evaporación y transpiración de las plantas, se forman nubes en torno a los tepuyes, lo que genera un paisaje espectacular de un mundo prehistórico perdido.

La Serranía de Chiribiquete es la zona de recarga de agua más importante de la Amazonia ya que alimenta importantes ríos como el Apaporis, Caquetá y Tiuna, entre los más importantes.

 

La geología y la geomorfología en el contexto cultural
Una de las incógnitas más relevantes desde la antropología y las ciencias sociales es por qué la Serranía de Chiribiquete ha sido considerada como un santuario para el registro de pinturas rupestres ancestrales y no las grandes y bien conservadas mesetas de Venezuela y Brasil, como en el Parque de Roraima.

Según los estudios realizados por los antropólogos durante la investigación, en la parte norte de la Serranía se han identificado y estudiado cerca de 50 murales con más de 70.000 representaciones.

Como lugar geográfico, la Serranía de Chiribiquete presenta una posición estratégica en el centro de la Amazonia en el paso de comunidades ancestrales que viajaban del sur al norte de Suramérica y el Caribe. Representaba un lugar de paso y sagrado.

Otro factor importante que tenían en cuenta las comunidades ancestrales era la geomorfología. Buscaban lugares altos, escarpados, de dirección sur – norte, de difícil acceso y con orientaciones o aspecto de la ladera de amanecer y atardecer.

Cuando el sitio estuvo adecuado y preparado como el lienzo natural, la otra condición era la disponibilidad de material para pintar. En los sectores donde afloran estas cuarcitas y se registran pinturas rupestres, se hallaron manchas de minerales de color violeta, blanquecino y rojizo, similares a las utilizadas en las pinturas.

El equipo multidisciplinario de científicos de instituciones públicas y privadas que participó en esta fase del proyecto (2015-2017), para la declaratoria del Parque contó con el apoyo de entidades como: Parques Nacionales, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), Colciencias, Fundación Herencia Ambiental, Fundación Omacha, Ministerio de Cultura, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Departamento de Geografía y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UN), la Universidad del Quindío y del Instituto SINCHI, entre otras.

 

El resultado final de su trabajo sobre la Serranía de Chiribiquete es su declaratoria como Patrimonio mixto de la humanidad y el desarrollo de investigaciones futuras sobre nuestros parques nacionales, hoy poco conocidos integralmente.

 

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