eMujer Perú: cuando la luz tiene rostro femenino

En comunidades rurales de Perú el conocimiento ilumina a las mujeres tanto como los paneles solares y las cocinas limpias que ellas mismas instalan, mantienen y gestionan. Ellas son “las mujeres de la luz” y se han formado para ser promotoras y emprendedoras en energías limpias.

Gilda, Nelly, Carina, Dalia, Marivel, Augustina, Ana y cientos de otras mujeres están haciendo realidad un sueño que literalmente ilumina sus vidas y las de sus comunidades. Ellas se encargan de instalar, mantener y reparar paneles solares y cocinas mejoradas en áreas rurales del altiplano y la Amazonía peruana.

“Hoy vamos a tener nuestra propia luz, porque ahora sé cómo se hace una instalación”, dice Gilda Rodríguez con la satisfacción de quien descubre en primera persona que el trabajo eléctrico es también cosa de mujeres. Como ella, muchas de sus vecinas creían que los hombres eran los únicos que podían “lidiar con la electricidad” y generar ingresos para la familia, hasta que el proyecto eMujer les convenció de lo contrario.

Ellas son alumnas de la Escuela Energética para Mujeres eMujer, gestionada por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) de Perú y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con financiación del Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF).  Estas recién formadas “mujeres de la luz” están transformando sus comunidades de la mano de la energía solar.

Gilda Rodríguez, Carina Delgado, Dalia Yumbato y Adela Huamán, alumnas de la Escuela eMujer de Mazán. ©Jasmín Ramírez/PNUD Perú/NAMAS

eMujer ha capacitado a 273 mujeres de zonas rurales de Perú para que sean promotoras y emprendedoras en energías sostenibles, contribuyendo así a llevar electricidad a miles de hogares desconectados de la red eléctrica. La iniciativa forma parte del Proyecto Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (NAMA) para reducir la emisión de Co2 y luchar contra el cambio climático en Perú.

“Estas mujeres hoy tienen una fuente adicional de ingresos para sus hogares, a la vez que brindan un servicio a sus comunidades y apoyan la sostenibilidad de los programas nacionales de tecnologías sostenibles”, comenta Bettina Woll, representante del PNUD en Perú.

Un conocimiento ilumina la vida

El proyecto arrancó en 2019 con dos módulos de capacitación teórica y práctica en la instalación, mantenimiento y buen uso de sistemas fotovoltaicos y cocinas mejoradas. En una segunda fase, el programa dio un paso más, con una formación en planes de negocio y creación de microempresas de productos y servicios vinculados a la energía solar.

Carina Delgado en el Módulo I de eMujer. ©Jasmín Ramírez/PNUD Perú/NAMAS

Me gustaría saber instalar paneles solares en las comunidades que no tienen luz. (…) Ir yo misma a instalar lo que yo ya he aprendido”, comenta Carina Delgado, de la comunidad de Loreto, mientras acaricia instintivamente su barriga de ocho meses de embarazo y aspira a compartir con otras mujeres un conocimiento que le cambió la vida.

Los talleres de eMujer se realizaron de forma itinerante en las propias comunidades, lo que ahorra el costo y tiempo de desplazamiento, ayuda a las mujeres a centrarse en el aprendizaje en un ambiente conocido y compatibilizar la formación con sus obligaciones cotidianas.

Las mujeres son las más afectadas por la falta de acceso eléctrico. Capacitarlas para instalar, mantener y gestionar paneles solares y cocinas limpias también supone un cambio cultural.

En los más de dos años de implementación del proyecto, se ha logrado capacitar en sistemas fotovoltaicos a mujeres de comunidades rurales de Loreto (distrito de Mazán) y Puno (comunidad de Cayachira, distrito de Santa Lucía, provincia de Lampa). En Cusco (comunidad de Quiñota, provincia de Chumbivilcas) y Cajamarca se formaron en el buen uso, mantenimiento y construcción de cocinas mejoradas, explican desde el MINEM.

La iniciativa se enmarca en los esfuerzos del gobierno peruano para el empoderamiento de las mujeres rurales, su empleabilidad e inserción laboral en el campo de las tecnologías limpias, a la vez que se alinea con la Política Energética Nacional del Perú 2010-2040, señala el Ministerio de Energía.

La formación contempla tres módulos: buenas prácticas para el uso de tecnologías limpias, desarrollo de capacidades en tecnologías limpias y, en una última fase iniciada en diciembre 2020, se capacitaron para crear y desarrollar sus propias microempresas vinculadas a la energía sostenible. Esto les permitirá generar ingresos extra para sus familias y comunidades.

La infinita energía de las mujeres

“En zonas rurales, las mujeres son las principales gestoras y usuarias de la energía, tanto para labores domésticas como productivas. Por esta razón, se ven directamente afectadas por la falta de acceso a energías limpias. Tener, saber usar y dar mantenimiento a tecnologías limpias reduce la posibilidad de enfermedades respiratorias y oculares, quemaduras y, en el caso de las cocinas mejoradas, permite una postura adecuada”, explican desde el PNUD Perú.

Nelly Arias, alumna de eMujer en Puno. ©PNUD Perú/NAMAS

Pero más allá de los beneficios más directos y visibles, abrirse a un nuevo conocimiento ha permitido que las mujeres descubran su gran potencial. Ya no son simples usuarias de energía, ni tienen un papel secundario. Ahora sus voces son tomadas en cuenta y pueden convertirse en promotoras y comerciantes de tecnologías limpias, impulsando así el desarrollo de sus comunidades.

“Cuando no existía el curso, pensaba que los varones eran los únicos que hacían este trabajo. Ahora sé que las mujeres también podemos hacerlo”, confiesa Nelly Arias en la comunidad de Puno en Cayachira.

“Nosotras tenemos dos manos, dos pies y una cabeza, igual que ellos. Somos iguales y tenemos la capacidad de querer hacer, dice Carina Delgado con el rostro iluminado por la nueva consciencia de que la energía solar puede transformar el futuro y las mujeres pueden ser protagonistas. “Yo quiero ayudar a que todos tengan electricidad”, sentencia.

 

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