Generando datos de Cooperación Sur-Sur

Generando datos de Cooperación Sur-Sur

Desde el año 2007, a partir del mandato de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada ese mismo año en Santiago de Chile, la Secretaría General Iberoamericana, SEGIB elabora anualmente el Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica.

Este Informe sistematiza y analiza los proyectos y acciones de Cooperación Sur-Sur (CSS) y Triangular que implementan entre sí los países iberoamericanos y cuya información es provista por los propios gobiernos de la región.
Adicionalmente y desde hace dos años, los países iberoamericanos también reportan los datos relativos a la CSS, junto a países de otras regiones en desarrollo. En ese sentido, y a modo ilustrativo, en el último Informe de 2017 se registran proyectos de CSS de los países iberoamericanos con 42 de los 57 países miembros del Banco Islámico de Desarrollo.
Este informe, cuya primera edición data de 2007, cuenta ya con diez ediciones publicadas, lo que ha permitido, por un lado, dar visibilidad el trabajo realizado, y por otro, reflexionar acerca de los logros que ha traído consigo este ejercicio colaborativo de sistematización.

los países se han focalizado en trabajar en las áreas de entendimiento mutuo y en la búsqueda de denominadores comunes superando las diferencias

Así, el valor del informe recae no sólo en haber sido capaz de sistematizar anualmente más de 1.000 proyectos y acciones de CSS en la región, sino también en cómo se han desarrollado las dinámicas de trabajo conjunto.
En este sentido, la elaboración del Informe se convierte en un ejercicio de CSS en sí mismo, donde los países trabajan, colaboran y consensuan las metodologías y conceptos de la CSS y Triangular.

Uno de los principales desafíos que hubo de afrontar y que, en buena medida aún persiste, es el de alcanzar consensos políticos y técnicos necesarios para la definición de conceptos y metodologías bajo los que se registra la CSS.
De esta manera, los países se han focalizado en trabajar en las áreas de entendimiento mutuo y en la búsqueda de denominadores comunes superando las diferencias o especificidades nacionales en su manera de concebir y desarrollar su CSS.

Esta identificación de las áreas comunes sentó las bases para construir un marco común de sistematización. La construcción de este marco ha sido articulada a nivel técnico y político.

El nivel político, representado por las máximas autoridades nacionales de cooperación internacional de los países miembros, garantiza la representación de todos los países y sus diferentes perspectivas. Dada la relativa escasez de espacios internacionales de efectiva discusión sobre la CSS, el marco generado por el proceso anual de elaboración del informe en el espacio de acción política de la SEGIB ha permitido construir un excepcional ámbito de discusión conceptual y de articulación de posiciones comunes, con carácter periódico y sostenido en el tiempo.
Asimismo, el nivel técnico está representado por los funcionarios de dichas instituciones que trabajan diariamente en la ejecución y sistematización de la CSS que sus países realizan, lo que ha permitido ajustar el marco político concebido, a lo que es realmente factible acorde a las capacidades de los países.

Es muy importante señalar que se trata de un proceso ya que los avances metodológicos, permiten mejorar los sistemas de registro y la calidad de la información.
En muchos casos, de hecho, fue el mismo esfuerzo en recopilar la información con carácter anual, el que impulsó a los países a desarrollar y avanzar en la construcción de sus propios sistemas de registro de la CSS, adaptándolos a las necesidades de información del Informe, y a las propias necesidades nacionales de información y de gestión.
Esto indudablemente mejora los resultados agregados del Informe de CSS, pero lo más importante es que mejora sustantivamente la calidad de los insumos para la toma de decisiones, informada y basada en evidencias.

Sin duda alguna, uno de los hitos derivados de lo anterior, fruto del trabajo de todos, ha sido el diseño, construcción, y puesta en marcha de la única plataforma online de datos sobre Cooperación Sur-Sur y Triangular que existe para una región en desarrollo.
El Sistema Iberoamericano de Datos Integrados de Cooperación Sur-Sur (SIDICSS) responde a las características propias de todo sistema de información en tanto que permite registrar, almacenar y usar los datos que la integran.
Su singularidad reside en tres aspectos claves: 1. su vínculo conceptual y metodológico con el Informe de la Cooperación Sur-Sur; 2. el uso compartido que de él hacen dos actores de distinta naturaleza (los países iberoamericanos y la SEGIB); y 3. la incorporación de mecanismos que permiten cruzar la información y validarla por parte de los países, en un ejercicio que dota de gran solidez técnica y legitimidad política a los datos agregados que integran la base integral.

La importancia de contar con un documento de estas características es que permite tener una herramienta de trabajo y de visibilidad, tanto para los gobiernos como para la propia SEGIB.
Así, los países pueden posicionarse tanto a nivel de política doméstica como a nivel regional e internacional, avalados por los datos que el conjunto de los países de la región recoge.

evidencia empírica para derribar algunos de los mitos que se han construido alrededor de la CSS

Los contenidos del informe permiten, luego de una década, ilustrar las tendencias y evolución de la CSS y resaltar las capacidades y los desafíos que afrontan los países y que pueden ser abordados a través del fortalecimiento de capacidades, el intercambio de experiencias o la transferencia de tecnología.

Adicionalmente, esta profundización en los conocimientos de la CSS, brinda evidencia empírica para derribar algunos de los mitos que se han construido alrededor de la misma, como que los países del Sur se dividen a su vez en oferentes y receptores, mostrando que hasta los países que son mayormente receptores de CSS también pueden ejercer su rol de oferentes y viceversa, que los grandes países del Sur, que son considerados como oferentes, reciben a su vez asistencias técnicas de otros países en el intercambio mutuo que caracteriza a esta cooperación técnica.
De igual forma, esta evidencia permite reflejar la existencia en la práctica de los principios que los propios países asignaron en el Plan de Acción de Buenos Aires (PABA), como ser la responsabilidad mutua, el respeto a la soberanía o la horizontalidad, entre otros.

La Cooperación Sur-Sur y Triangular ha sido reconocida como un medio de implementación de la Agenda 2030 en la consecución de los ODS. Contar con más y mejor información acerca de las actividades que ya están implementando los países del Sur permite visibilizar experiencias exitosas y capacidades nacionales que pueden ser adaptadas y replicadas en otros países mediante mecanismos de CSS.
Visibilizar y conocer mejor la CSS contribuye además a posicionar esta modalidad de cooperación en el sistema internacional de cooperación como una herramienta indispensable, nutriendo a su vez de información los espacios internacionales de debate.

Desde la experiencia iberoamericana, creemos firmemente que es extremadamente importante, en el contexto de la celebración de la Conferencia PABA+40 a celebrarse en 2019, seguir trabajando a nivel regional y global, en la producción de conocimiento acerca de la realidad de la Cooperación Sur-Sur.

Extraído de IsDB_Reverse Linkage_2018

 

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